Era una noche mas en el bosque mágico...Una noche en que toda la magia se desataba sobre cada ser que en el habitaba...Una hermosa hada se hallaba sentada sobre una vieja piedra con el ceño un tanto fruncido dándole a su rostro una gracia especial...Ella era muy curiosa...Siempre buscando lugares secretos...Ocultos aún para los ojos de los seres mágicos...Todos los días o mejor dicho las noches eran una aventura para la pequeña y hermosa hada...Y en ese momento pensaba hacia donde la llevarían sus alitas...Alzó vuelo decidida a tener una nueva aventura y voló disfrutando la cálida brisa que acariciaba su piel de hada...Todo luciría muy oscuro si nO fuera que la luna aquella noche se lucía en todo su esplendor dándole a todo el bosque un tono azulado...Haciendo brillar con mas fulgor los colores de las flores que al contrario de lo que todos piensan los seres del bosque saben que bajo el manto de la noche se ven los verdaderos colores de la naturaleza...Mas aún en un bosque encantado...Mientras volaba sus ojos buscaban nuevos horizontes...O sea...Lugares nuevos...Y en eso estaba cuando descubrió una gran cueva cubierta de verde hiedra...
Cualquiera pensaría que protegía un gran secreto...Y eso es exáctamente lo que pensó nuestra pequeña pero gran aventurera...Y allí terminó su vuelo...Todos sabemos que las haditas tienen luz propia...Ese mágico polvillo que gira en torno de ellas...Así fue que al entrar en la negra cueva pudo ver en su interior...Todo se veía como bajo una extraña niebla qu a cualqiera habría preocupado aunque mas no sea un poco...Mas no a ella...Eso la entusiasmó aún mas...Se dijo para si misma que allí encontraría algo especial...Y así fue...Apoyado sobre una de las paredes de la vieja cueva descansaba arrumbado un gran espejo dorado que destellaba su magia a pesar de estaba completamente cubierto de polvo tal vez milenario...Aleteó lo mas fuerte que pudo hasta lograr sacarle el polvo de muchos años que lo cubría y hete aquí que sus ojos quedaron muy abiertos...Completamente sorprendida de ver su rostro reflejado en el cristal tal cual sucedía cuando el lago estaba tan quieto que reflejaba cada detalle de su bosque...Pero mas sorprendida aún quedó cuando el espejo comenzó a mostrarle sobre el cristal otros mundos maravillosos que no eran posibles de imaginar...Completamente diferentes al mundo que ella conocía...Fantásticos lugares llenos de colores inimaginables que su alma aventurera se negaba a no descubrir...Tocó apenas con su pequeño dedo índice el cristal que se movió como si fuera agua abriéndose en muchas ondas ante sus ojos...Pasó toda la mano...Y lentamente todo su cuerpo cruzó al otro lado del espejo...Nuevamente la cueva retornó a su habitual oscuridad...Y nuevamente el espejo que por tiempo imposible de discernir había dormido en aquella cueva...Volvió a dormir...Tal vez por siglos...Hasta que alguien mas...Alguna vez....Volviera a desempolvarlo atraído por hermosos mundos tal vez inexistentes...
Autor del texto: Maharet Reina Madre
2 comentarios:
Una preciosa historia, una nueva aventura que comienza para esa pequeña y aventurera hada.
Me alegra volver a ver que publicas en el blog, besos Maharet.
Yo soy montañero, he estado meses enteros solo entre bosque, lazos, primera y cumbres, en algunos de los mayores y más viejos bosque de la península, en Asturies, me como la noche alguna vez en medios de un bosque, sumisos a una grandes haya para pasar la noche, pues esta es la zona más o será del sur de europa, seria una presente que podría llamar el espíritu de la naturaleza, realmente magico,.
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